Por Natalia Ciliento 
En las últimas horas comenzaron a circular versiones sobre un supuesto pedido de informes que el concejal Fernando Orozco habría impulsado para revisar los gastos del Concejo Deliberante de La Punta. Sin embargo, tras la viralización del tema en redes sociales, el edil de La Libertad Avanza salió a desmentirlo categóricamente. ¿Le cargaron una mochila ajena o volvió a mirar hacia otro lado?
La política de La Punta vuelve a sacudirse con rumores y desmentidas. En un contexto de creciente tensión institucional, comenzaron a circular versiones —difundidas principalmente en redes sociales y por canales extraoficiales— que indicaban que el concejal Fernando Orozco, representante de La Libertad Avanza (LLA), estaría por presentar un pedido de informes para revisar el uso del presupuesto del Honorable Concejo Deliberante (HCD) local.
Las especulaciones señalaban que Orozco buscaría conocer el destino de más de 30 millones de pesos administrados por el cuerpo deliberativo, en medio de dudas sobre contrataciones, asesorías externas y la falta de rendiciones públicas visibles. Incluso se vinculaba la preocupación del edil con un presunto aumento del 185% en el presupuesto del año pasado, supuestamente orientado a respaldar una campaña de reelección que no prosperó.
Sin embargo, luego de la viralización de esa información en redes sociales y de que algunos medios locales comenzaran a amplificar el tema, el propio concejal Orozco decidió romper el silencio y desmentir las versiones en forma tajante.
«Es una mentira total y absurda. Jamás dije eso», sostuvo el legislador local, al ser consultado por la prensa. En su declaración, también destacó que la actual presidencia del Concejo ha presentado las rendiciones de gastos «en tiempo y forma, incluso mejor que el Ejecutivo municipal». De esa manera, no solo se desligó del supuesto pedido de informes, sino que además avaló la gestión contable del cuerpo legislativo.
El giro en la postura del concejal generó desconcierto y dejó abiertas múltiples interpretaciones. ¿Fue víctima de una operación política interna o externa? ¿Alguien buscó instalarle un rol de auditor que nunca asumió? ¿O acaso, ante la presión de ciertos sectores, Orozco optó por replegarse y dejar pasar la tormenta?
Quienes esperaban un perfil confrontativo en el edil libertario, se preguntan si le han cargado una mochila ajena o si simplemente volvió a mirar para otro lado en medio de la polémica. Mientras tanto, el clima dentro del HCD sigue cargado de incertidumbre, con un escenario en el que la transparencia institucional, una vez más, parece ser la primera víctima del juego político.
Habrá que esperar para ver si este episodio marca un antes y un después en la proyección de Orozco como figura de La Libertad Avanza en La Punta, o si se trata solo de una anécdota más en la larga lista de movimientos y contramarchas que caracterizan la dinámica local.