El Gobierno cerró organismos clave y anunció concesiones privadas. Buscan “barrer con la corrupción” y prometen ahorrar 100 millones de dólares anuales.
La motosierra no se detiene: Vialidad Nacional ya es historia
El presidente Javier Milei firmó la sentencia de muerte de la Dirección Nacional de Vialidad. El Gobierno avanzará con su eliminación, disolverá la Agencia Nacional de Seguridad Vial y privatizará 9.120 kilómetros de rutas. Todo, por decreto, a pocas horas del fin de las facultades delegadas otorgadas por el Congreso.
Frase objetivo: Milei firmó la disolución de Vialidad y lanza la privatización de rutas para “eliminar la corrupción en la obra pública”.
El anuncio lo hizo el vocero presidencial, Manuel Adorni, en una conferencia en Casa Rosada, flanqueado por el ministro Federico Sturzenegger, arquitecto de la “motosierra” institucional.
“La corrupción en la obra pública tiene su acta de defunción firmada. El Presidente ordenó el cierre definitivo”, disparó Adorni. No hubo eufemismos. Atribuyó la medida a las maniobras irregulares detectadas en la causa Vialidad, por la cual fue condenada Cristina Fernández de Kirchner. “Se inventó para simplificar la corrupción”, dijo sin filtro.
¿Qué se elimina y qué se crea?
Con la firma del decreto, dejarán de existir:
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La Dirección Nacional de Vialidad (DNV).
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La Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV).
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La Comisión Nacional del Tránsito y la Seguridad Vial.
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La Junta de Seguridad en el Transporte (JST), tal como se conoce.
En su reemplazo, se reorganiza el esquema:
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Nace la Agencia de Control de Concesiones y Servicios Públicos del Transporte.
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Gendarmería Nacional tomará el control de seguridad vial.
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La CNRT cambiará su nombre y funciones.
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La JST será reducida y enfocada solo en aviación civil, cumpliendo exigencias de la OACI.
Privatización y ahorro: los ejes del cambio
El nuevo esquema habilitará la concesión de 9.120 kilómetros de rutas nacionales. Según Adorni, permitirá un ahorro de 100 millones de dólares anuales para el Estado. Las funciones de diseño y planificación de infraestructura vial pasarán a la órbita del Ministerio de Economía, divididas entre la Secretaría de Transporte y la Secretaría de Obras Públicas.
La CNRT será reconvertida y centrará su tarea en el control de concesiones. La Subsecretaría de Transporte Automotor absorberá el resto de las funciones.
Recorte, eficiencia y relato
La motosierra libertaria avanza sin pausa. Según el vocero presidencial, en el último año se firmaron 65 decretos bajo facultades delegadas, que habrían generado un ahorro estimado de 2.000 millones de dólares. Entre los organismos eliminados, mencionaron el INADI, el Instituto Nacional de Agricultura Familiar y varios fondos fiduciarios.
El cierre de Vialidad no es simbólico: es el broche de oro de una primera etapa que, según Sturzenegger, “termina con el ícono de la corrupción kirchnerista”.
La Casa Rosada celebrará esta “transformación” con un acto el miércoles. “Vamos a ser unas 200 personas que trabajamos en esto. El presidente va a celebrar”, dijo Sturzenegger.
¿Qué pasa con los empleados?
Vialidad Nacional contaba con 5.184 empleados: 1.091 en Casa Central y más de 4.000 en los distritos viales. El Gobierno no detalló el destino de estos trabajadores. Solo prometió eficiencia.