«El radicalismo no se negocia»: Fidel Haddad y el grito de rebeldía desde Identidad Radical

Desde el corazón del radicalismo puntano, el ingeniero Fidel Haddad dispara munición gruesa contra el manejo a dedo de candidaturas, la colonización del partido por lógicas ajenas y la deriva autoritaria del aparato. En una entrevista concedida al programa de radio emitido por FM Top, el referente de Identidad Radical exige internas abiertas, participación real y una vuelta al ADN democrático que supo tener la UCR. La conversación fue una ráfaga de sinceridad política, sin filtros.

Entrevista extraída del programa emitido por FM Top

“Los afiliados para elegir autoridades partidarias. Y los independientes, en una interna abierta para definir a los candidatos que van a representar al partido”. Así, sin rodeos, el ingeniero Fidel Haddad resume el núcleo del proyecto político que impulsa desde la línea interna Identidad Radical, un espacio que nace del hartazgo, pero sobre todo, de la necesidad de reconstruir desde las ruinas institucionales del partido.

La línea reúne a figuras con recorrido en distintas vertientes internas de la UCR: Renovación y Cambio, Línea Nacional, Ingeniería Sanitaria, entre otras. “Yo toda mi vida estuve en Renovación y Cambio, Horacio Quevedo en Línea Nacional… hay una conjunción de personas que militamos en sectores distintos, pero hoy compartimos un mismo objetivo: que el radicalismo vuelva a ser democrático”, subraya Haddad.

Y si algo deja claro es que no hay espacio para eufemismos. “El partido no puede ser un kiosco de dos o tres que se sientan y deciden a dedo quién es candidato. Eso no es radicalismo. Eso podrá ser peronismo, pero no es radicalismo”, lanza sin anestesia.

Haddad denuncia con claridad una dinámica de rosca cerrada, prebendas cruzadas y decisiones sin consulta, que alejan al partido de su gente. “Hay quienes dicen que la UCR ya no existe. No, no es así. El radicalismo está presente en todo el país. Gobernamos cinco provincias importantes: Mendoza, Corrientes, Santa Fe, Chaco… hacía años que no ocurría”, señala. “Hay crisis, sí, en Ciudad de Buenos Aires y en algunos distritos. Pero eso no justifica el acomodo como método”.

El negocio de la política: «Yo pongo 25.000 dólares y soy candidato»

Consultado sobre La Libertad Avanza y el rol del radicalismo frente al gobierno nacional, Haddad es punzante: “Con el actual presidente no hubo arreglo porque no tiene partido. Es un outsider que se inventó un sello, reclutó a las apuradas, metió a cualquiera… y así terminó: muchos que ni conocía, y que le dieron más de una sorpresa desagradable”.

“En varias provincias fue así: ‘yo me postulo, pongo 25.000 dólares, y soy candidato’. Así de crudo. ¿Eso es un partido político? No. Es un rejunte financiado. No lo digo yo, fue público. Exigían dinero para armar las listas porque no tenían estructura ni aportes del Estado, ya que no habían competido antes”.

Cristina, la condena y la justicia: «En un país normal los delincuentes van presos»

Cuando se le pregunta por la condena judicial a Cristina Fernández de Kirchner, Fidel Haddad es categórico: “Sobre los fallos de la Justicia no hay que opinar, hay que acatar. Si se supone que vivimos en una República con tres poderes independientes, entonces se tiene que respetar la independencia del Poder Judicial”.

El ingeniero detalla que la condena fue confirmada por la Cámara de Casación y que lo de la Corte Suprema fue solo el rechazo de un recurso extraordinario: “La Corte no la condenó. Ella ya estaba condenada. Lo otro fue una maniobra para dilatar y ver si llegaba a candidatearse, incluso como diputada provincial por la tercera sección. ¡Una burla! Vive en Calafate, en Recoleta… ¿Y quiere representar a la Provincia de Buenos Aires? Por favor”.

“No sé si hay que festejar, pero por lo menos tener la tranquilidad de que en este caso hubo justicia. Se aplicó la ley. Eso también es salud institucional”, concluye.

San Luis, el tribunal en calzoncillos y la parodia de la legalidad

En el plano provincial, Haddad se adentra en la historia reciente con una anécdota brutal: “¿Usted recuerda cuando el ex gobernador sacó en un montaje al Superior Tribunal con gorra militar y en calzoncillos? Fue una operación de demolición institucional. Se fueron todos, salvo uno que estaba bien atornillado. Y después se armó un tribunal a medida del poder: pusieron de presidente a alguien que ni siquiera ejercía la abogacía”.

Según Haddad, durante años en San Luis se nombraron jueces sin méritos, solo con obediencia política. “Y eso, obviamente, colapsa la justicia. Por eso hay tantos cuestionamientos. Pero lo grave no es solo lo que pasó, sino que no haya conciencia colectiva del daño institucional acumulado”.

El radicalismo como causa, no como sello

Fidel Haddad no habla para agradar ni para conformar. Su tono firme, su memoria activa y su crítica sin matices apuntan a recuperar el radicalismo como una causa y no como un sello vacío de sentido. En tiempos de liderazgos verticales y partidos de alquiler, su mensaje cobra fuerza en quienes aún creen en la política como herramienta de transformación.

Identidad Radical no viene a pedir permiso, viene a disputar el sentido del partido. “El radicalismo no se negocia. Se construye con democracia interna, participación real y vocación republicana. Todo lo demás es oportunismo”.

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