El presidente provisional del Senado evita respaldar a Villarruel tras las críticas públicas de Milei, marcando un claro distanciamiento político en el espacio libertario.
El senador nacional por San Luis y presidente provisional del Senado, Bartolomé Abdala, sorprendió al evitar respaldar públicamente a la vicepresidenta Victoria Villarruel luego de las duras críticas que esta recibió de parte del presidente Javier Milei. Durante su polémico discurso en la Sociedad Rural, Milei calificó a Villarruel como “bruta traidora” y la acusó de utilizar viáticos del Congreso para viajes de paseo o para “rosca” política, un señalamiento que fracturó aún más la ya complicada relación interna del espacio libertario.
Lo más llamativo es que Abdala, quien había mostrado en el pasado una gran cercanía con Villarruel —clave para su ascenso como presidente provisional del Senado— hoy limita su vínculo a un nivel estrictamente “institucional”. En una entrevista concedida a medios porteños, el legislador puntano aseguró: “Con Victoria tenemos una relación institucional. Hay que respetarla y mantener, digamos, este vínculo”. Estas palabras contrastan con su gesto amistoso de mayo de 2024, cuando celebró públicamente una cena con Villarruel en San Luis y la presentó como una aliada cercana.
Consultado sobre los insultos directos de Milei hacia la vicepresidenta, Abdala reaccionó con sorpresa y evitó tomar partido: “Yo en realidad acompaño la fórmula presidencial, es una decisión de ellos. Me gustaría realmente, como hombre de La Libertad Avanza, que el país salga adelante y que, bueno, entre todos podamos en algún momento, de verdad, estar unidos”. La prudencia del senador revela una fractura que pone en jaque la unidad interna del movimiento.
Respecto a la posibilidad de reconciliación entre Milei y Villarruel, Abdala se limitó a decir: “Desde lo institucional sería bueno y saludable que esto suceda”, aunque aclaró que no conoce a fondo la relación entre ambos líderes: “Ellos se conocen más de lo que yo los conozco personalmente para poder expedirme claramente al respecto”.
Sin embargo, en contraposición con su distancia respecto a Villarruel, Abdala reafirmó su apoyo irrestricto a Milei y a su hermana, destacando un alineamiento claro con el presidente y su agenda: “Los voy a acompañar siempre. Javier sabe que comparto plenamente su idea desde mi formación profesional en la ciencia económica. Lo banco a Javier a rajatabla”. Cerró con un grito de guerra que resume su lealtad: “¡Viva la libertad, carajo! ¡Viva Javier! ¡Adelante, Argentina!”.
Este giro en la postura de Abdala no solo refleja una división interna en La Libertad Avanza, sino que también evidencia las tensiones políticas que afectan la estabilidad del bloque y su capacidad para consolidar una estrategia común. La distancia institucional con Villarruel puede marcar un punto de inflexión en la política nacional, donde las alianzas parecen frágiles y el liderazgo se disputa con dureza.
La pregunta que queda en el aire es si esta ruptura es definitiva o solo una pausa estratégica en la disputa por el poder y el control político dentro del movimiento que aspira a redefinir el rumbo de Argentina.